22 / 5 / 2025
La conciliación civil: una vía eficaz para resolver conflictos sin acudir a juicio

Tras la reciente aprobación de la Ley 1/2025, de eficiencia del servicio público de justicia, los métodos alternativos de solución de conflictos (MASC) han cobrado un protagonismo creciente en el ámbito del Derecho. Frente a los procesos judiciales largos, costosos y, en ocasiones, innecesariamente confrontativos, existen mecanismos como la mediación, el arbitraje o la conciliación civil que permiten a las partes alcanzar acuerdos de forma más ágil, económica y consensuada. Entre estos, la conciliación civil destaca por su sencillez, accesibilidad y eficacia.
¿Qué es la conciliación civil?
La conciliación civil es un procedimiento extrajudicial o preprocesal mediante el cual dos partes intentan alcanzar un acuerdo sobre un conflicto de naturaleza civil o mercantil, con la intervención de un tercero neutral —normalmente un juez de paz o un letrado de la Administración de Justicia— que facilita el diálogo y el entendimiento.
A diferencia de la mediación, donde el mediador actúa como facilitador sin poder decisorio alguno, en la conciliación civil la autoridad judicial puede proponer soluciones o formular preguntas encaminadas a acercar posturas. Sin embargo, sigue siendo un proceso voluntario, en el que las partes conservan el control sobre el resultado: si no hay acuerdo, el procedimiento se da por concluido sin mayores consecuencias.
¿Cómo funciona el procedimiento de conciliación civil?
El procedimiento de conciliación civil es sencillo y puede ser iniciado por cualquier persona interesada, siempre que el asunto sea susceptible de acuerdo y no esté expresamente excluido por la ley. Entre las materias que no pueden ser objeto de conciliación se encuentran, por ejemplo, cuestiones relativas al estado civil de las personas, la capacidad, la filiación o los derechos indisponibles, así como prácticamente cualquier materia incardinada en el derecho penal.
- Solicitud.
La parte interesada presenta una solicitud de conciliación ante el juzgado competente (normalmente el del domicilio del requerido), indicando de forma clara el objeto del conflicto y los datos de contacto de ambas partes. - Citación.
El órgano judicial cita a las partes para un acto de conciliación que suele celebrarse en un plazo breve. La asistencia es voluntaria, y la falta de comparecencia de alguna parte suele implicar la finalización del procedimiento sin acuerdo. - Acto de conciliación.
Durante el acto, el órgano judicial invita a las partes a dialogar. Si llegan a un acuerdo, este se recoge en un acta firmada por ambas partes y por el órgano judicial. Si no hay acuerdo o alguna parte no comparece, se levanta un acta con constancia de lo sucedido.
¿Qué valor tiene el acta de conciliación?
El acuerdo alcanzado en un acto de conciliación tiene eficacia de cosa juzgada y es ejecutivo, lo que significa que, en caso de incumplimiento, la parte afectada puede acudir al juzgado para solicitar su ejecución sin necesidad de interponer una nueva demanda.
Este valor jurídico convierte la conciliación en una herramienta muy poderosa, ya que permite dar solución definitiva al conflicto sin necesidad de un proceso judicial completo.
Ventajas e inconvenientes de la conciliación civil
Ventajas:
- Rapidez: el procedimiento se tramita en plazos mucho más breves que los procesos judiciales ordinarios.
- Ahorro económico: no es necesario abogado ni procurador, salvo que las partes lo deseen.
- Simplicidad formal: los trámites son sencillos y accesibles para cualquier ciudadano.
- Acuerdos personalizados: al ser fruto del consenso, las soluciones suelen adaptarse mejor a las necesidades reales de las partes.
- Descongestión judicial: promueve la resolución extrajudicial de conflictos, liberando recursos de la Administración de Justicia.
Inconvenientes:
- Voluntariedad: si una de las partes no acude o no colabora, no es posible avanzar.
- Limitación de materias: no todos los asuntos son susceptibles de conciliación.
- Falta de cultura conciliadora: en muchas ocasiones, las partes desconocen este recurso o no están dispuestas a dialogar.
¿Es obligatoria la conciliación antes de ir a juicio?
Tradicionalmente, la conciliación ha sido voluntaria. Sin embargo, con la aprobación de la Ley 1/2025, de eficiencia del servicio público de justicia, se refuerza el papel de los MASC, incluyendo la conciliación como requisito previo en determinados procedimientos civiles y mercantiles, salvo excepciones justificadas.
Esto significa que, en muchos casos, antes de presentar una demanda será necesario intentar una vía de solución amistosa como la conciliación, la mediación o la negociación asistida. De esta manera, se promueve una cultura del acuerdo y se reserva la vía judicial para los casos donde realmente no hay posibilidad de entendimiento.
Conclusión
La conciliación civil es un mecanismo ágil, eficaz y poco costoso para resolver conflictos sin necesidad de acudir a juicio. Aunque no siempre garantiza un acuerdo, su sola existencia puede facilitar el diálogo, evitar litigios innecesarios y ofrecer soluciones más satisfactorias para ambas partes.
Tanto ciudadanos como empresas deberían tener presente esta opción antes de iniciar un procedimiento judicial. En un contexto en el que se busca una justicia más cercana, accesible y eficiente, la conciliación civil se perfila como una herramienta clave para lograr una resolución pacífica de los conflictos.
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